Kenia está lidiando con un devastador desastre natural mientras las inundaciones sin precedentes arrasan por todo el país, dejando a su paso un rastro de destrucción, desplazamiento y muerte. En las últimas semanas, el país del este de África ha sido golpeado por fuertes lluvias de monzón, lo que ha provocado la ruptura de presas, el desbordamiento de ríos y la desencadenación de mortales deslizamientos de tierra. La calamidad ha cobrado casi 170 vidas, con decenas de desaparecidos, y ha obligado al gobierno a tomar medidas drásticas para mitigar el impacto en las comunidades vulnerables.
El presidente William Ruto, dirigiéndose a la nación desde las áreas afectadas, ha calificado a las víctimas como 'víctimas del cambio climático', prometiendo apoyo gubernamental y exhortando a aquellos en áreas de alto riesgo a evacuar a lugares más seguros. Las inundaciones no solo han causado pérdida de vidas, sino que también han provocado daños significativos en propiedades, con barrios enteros sumergidos, infraestructuras destruidas y medios de vida trastornados. El desbordamiento del embalse en Mai Mahiu, al norte de Nairobi, ejemplifica la magnitud del desastre, habiendo arrasado hogares y arrastrado a residentes.
La respuesta del gobierno ha sido multifacética, centrándose en operaciones de rescate y ayuda inmediata, al mismo tiempo que se analizan estrategias a largo plazo para abordar las causas…
Lee masSea el primero en responder a esta discusión general .